Los apartamentos
La historia de la Masía Can Constans nace en torno al año 1720 (Siglo XVIII), fecha que figura en el dintel de una antigua viga de la casa que todavía se conserva. La casa, propiedad de los padres, Pere Carbonell y Magda Sala, se convirtió el año 1960 en una fonda de viajeros. Durante varias décadas los padres trabajaron con mucha ilusión y ganas en este proyecto, que llevaron a cabo juntamente con sus seis hijos.
Actualmente se ha querido mantener la tradición familiar procurando respetar al máximo la esencia de la casa sin perder, el encanto propio de una Masía catalana.
Las reformas que se han llevado a cabo han tenido muy en cuenta la estructura antigua del edificio, también se han utilizado materiales como la madera, la piedra y la pizarra, característicos del lugar. La Cabana y el Porxo de la Masía se han transformado en dos edificions de 2 plantas independientes cada una. En el edificio de La Cabana se encuentran las casas de l'Arç y del Boix, y en el edificio del Porxo se encuentran las casas del Cucut y la Daina.